FACTORES DE RIESGO FÍSICO
RIESGO:
Se denomina riesgo a la probabilidad de que un objeto
material, sustancia ó fenómeno pueda, potencialmente, desencadenar
perturbaciones en la salud o integridad física del trabajador, así como en
materiales y equipos. Una persona está
en riesgo cuando se enfrenta a la proximidad, la
inminencia o la cercanía de un daño eventual. La noción, por lo tanto, se
vincula a la posibilidad de que un daño se materialice.
RIESGO FÍSICO:
Se refiere a
todos aquellos factores ambientales que dependen de las propiedades físicas de
los cuerpos, tales como carga física, ruido, iluminación, radiación ionizante,
radiación no ionizante, temperatura elevada y vibración, que actúan sobre los
tejidos y órganos del cuerpo del trabajador y que pueden producir efectos
nocivos, de acuerdo con la intensidad y tiempo de exposición de los mismos.
CLASIFICACION FACTORES DE RIESGOS
FISICOS
1.- Ruido
2.- Temperaturas extremas
3.- Ventilación
4.- Iluminación
5.- Presión
6.- Radiaciones
7.- Vibración
FACTOR DE RIESGO FISICO:
1.- Ruido
2.- Temperaturas extremas
3.- Ventilación
4.- Iluminación
5.- Presión
6.- Radiaciones
7.- Vibración
FACTOR DE RIESGO FISICO:
EL RUIDO
Introducción
El ruido es uno de
los contaminantes laborales más comunes. Gran cantidad de trabajadores se ven
expuestos diariamente a niveles sonoros potencialmente peligrosos para su
audición, que además también pueden coadyuvar a sufrir otros efectos
perjudiciales en su salud.
Sonido: El sonido es un fenómeno de perturbación mecánica, que se
propaga en un medio material elástico (aire, agua, metal, madera, etc.) y que
tiene la propiedad de estimular una sensación auditiva.
Ruido:
Desde el punto de
vista físico, sonido
y ruido son lo
mismo, pero cuando
el sonido comienza a ser desagradable, cuando no se desea oírlo, se lo
denomina ruido. Es decir, la definición de ruido es una apreciación de carácter
subjetiva.
Entre los efectos que sufren las personas expuestas al
ruido se encuentran:
Pérdida de capacidad auditiva.
Acufenos. Interferencia en la comunicación. Malestar, estrés, nerviosismo.
Trastornos del aparato digestivo. Efectos cardiovasculares. Disminución del
rendimiento laboral. Incremento de accidentes. Cambios en el comportamiento
social.
En muchos casos es técnicamente
viable controlar el exceso de ruido aplicando técnicas de ingeniería acústica
sobre las fuentes que lo generan.
.
Fuentes del ruido
Fuentes del ruido
Las principales fuentes del ruido en
nuestro medio son: la industria, especialmente la metalmecánica, el tránsito de
automotores, tránsito aéreo y la industria de la construcción.
En el caso de las alarmas del equipamiento
tecnológico de monitoreo, las mismas están diseñadas para atraer la atención
humana, a partir de la sensación de ruido indeseable.
Clasificación del ruido
Este se puede clasificar en:
1. Ruido Encubridor
Es
aquel en el que se dificulta oír otros sonidos
2. Ruido Irritante
Es
aquel en el que Resulta indeseable
3. Ruido constante
Es aquel cuyos niveles de presión sonora no presenta oscilaciones y se mantiene relativamente constantes a través del tiempo. Ejemplo: ruido de un motor eléctrico.
4. Ruido intermitente
Es aquel en el cual se presentan subidas bruscas y repentinas de la intensidad sonora en forma periódica. Ejemplo: el accionar un taladro, de una sirena.
5. Ruido de impacto
Es aquel en el que se presentan variaciones rápidas de un nivel de presión sonora en intervalos de tiempo menores. Ejemplo: el producido por los estampadores.
Es aquel cuyos niveles de presión sonora no presenta oscilaciones y se mantiene relativamente constantes a través del tiempo. Ejemplo: ruido de un motor eléctrico.
4. Ruido intermitente
Es aquel en el cual se presentan subidas bruscas y repentinas de la intensidad sonora en forma periódica. Ejemplo: el accionar un taladro, de una sirena.
5. Ruido de impacto
Es aquel en el que se presentan variaciones rápidas de un nivel de presión sonora en intervalos de tiempo menores. Ejemplo: el producido por los estampadores.
¿Cómo
sabemos si el ruido que hay en un ambiente laboral, está dañando a los que allí
trabajan?
La medición
del ruido se
realiza con un
instrumento llamado decibelímetro.
De acuerdo a lo definido por la
Resolución MTEySS 295/03 en el Anexo V.
Es el nivel sonoro medio en dB(A) de un ruido supuesto, constante y continuo
durante toda la
jornada, cuya energía sonora sea igual a la del ruido variable medido
estadísticamente a lo largo de la misma.
Existen instrumentos para medir el
ruido y la legislación establece límites, pero una manera práctica de
aproximarnos a la determinación de los niveles de ruido es la siguiente:
Si dos personas, de audición normal, a un metro de distancia uno
del otro no pueden mantener una conversación sin levantar la voz es porque el
nivel de ruido en ese momento en el ambiente laboral es elevado
Efectos del ruido
Se han descrito dos grandes categorías de efectos: los auditivos y los no auditivos.
Se han descrito dos grandes categorías de efectos: los auditivos y los no auditivos.
Los primeros se centran en la función
auditiva, mientras que los no auditivos abarcan una serie de efectos que van
desde los fisiológicos a los psicológicos.
Alteraciones
auditivas
Pérdida
de audición provocada por el ruido
La pérdida de audición (hipoacusia o
sordera) como consecuencia de la exposición a niveles de ruido excesivos es la
enfermedad profesional más frecuente en Europa y representa aproximadamente una
tercera parte de las enfermedades de origen laboral, por delante de los
problemas de la piel y el sistema respiratorio.
La exposición prolongada a niveles de
ruido de más de 85 dB(A) es potencialmente peligrosa, aunque el nivel del ruido
no es el único factor a tener en cuenta ya que el tiempo de exposición también
determinará el alcance del daño.
La hipoacusia es un
proceso irreversible provocado por lesiones de las células ciliadas de la
cóclea, que forma parte del oído interno. En este proceso, las primeras
frecuencias audibles que se ven afectadas son las próximas a los 4000 Hz
(ruidos agudos), extendiéndose posteriormente al resto de frecuencias. Somos
conscientes de la lesión cuando se ven afectadas las frecuencias
conversacionales.
Acúfenos
e hipersensibilidad
La exposición al ruido también puede
causar acúfenos (tinnitus). Los acúfenos son una sensación de
timbre, zumbido o explosión en los oídos que llegan a ser más tormentosos que
la pérdida de audición. Cuando este fenómeno es permanente, puede conducir a
alteraciones del sueño. Si el ruido es de impulso (por ejemplo, una
detonación), el riesgo puede aumentar de modo considerable.
Los acúfenos pueden ser los primeros
indicios de que el ruido está dañando el oído.
Un problema adicional a la pérdida de
audición inducida por el ruido es la hipersensibilidad, es decir,
los ruidos parecen de mayor intensidad y súbitamente distorsionados.
El alcance de las lesiones auditivas
depende de varios factores, entre los que se encuentran:
- Características propias del sonido, tales
como: Intensidad (a igual intensidad son más nocivas las frecuencias
agudas); espectro de frecuencias (un sonido puro de alta intensidad
produce más daño que un sonido de amplio espectro); intensidad, emergencia
y ritmo (mayor capacidad lesiva del ruido de impulso, de carácter
imprevisto y brusco).
- Duración de la exposición
- Vulnerabilidad individual. Mayor
susceptibilidad coclear por antecedentes de traumatismo craneal,
infecciones óticas, tensión arterial elevada
- Interacción con otras exposiciones
(vibraciones, agentes químicos o fármacos ototóxicos pueden incrementar el
riesgo de hipoacusia).
Efectos
no auditivos
El ruido es interpretado por el
organismo como una señal de alarma. De forma natural, ante una señal de alarma,
el cuerpo se prepara para afrontar una potencial amenaza. El organismo libera
en la sangre las denominadas hormonas del estrés que ponen el cuerpo a punto
para la acción inmediata, la frecuencia cardiaca y respiratoria se aceleran,
aumenta el tono muscular, aumenta la cantidad de glucosa en sangre, etc. Estas
reacciones naturales, si se dan de forma continua pueden dar lugar a efectos
fisiológicos y psicológicos en nuestro organismo. Podemos ver algunos de ellos
en el siguiente gráfico
Efectos
fisiológicos
Es un hecho comprobado que la
exposición al ruido produce en el organismo un aumento de concentración de CATECOLAMINAS
en sangre. Las catecolaminas son compuestos químicos que actúan como hormonas o
como neurotransmisores. Entre las catecolaminas se encuentran la epinefrina o
adrenalina, norepinefrina o noradrenalina y la dopamina. Habitualmente, niveles
altos de catecolaminas en sangre están relacionados con el estrés.
Las catecolaminas provocan diversas
reacciones en el cuerpo humano, entre las que se encuentran: aumento de la
presión sanguínea, aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, aumento de
la glucemia (concentración de glucosa en sangre), vasoconstricción periférica,
etc.
Otros efectos fisiológicos del ruido
repercuten sobre el sistema inmunitario, reduciendo la capacidad inmunitaria
ligada a las reacciones endocrinas.
Efectos
psicológicos
En cuanto a los efectos psicológicos
del ruido, el más destacado es el estrés. Existen gran variedad de
factores que influyen en el estrés y éste suele ser provocado por un cúmulo de
ellos.
Los efectos del estrés en la salud
tienen una componente fisiológica y otra psicológica. La mayoría de los
efectos, tanto fisiológicos como psicológicos están recogidos en la Tabla 5.
Mientras que los niveles altos de
ruido pueden causar daños en la audición, los niveles de ruido más moderados
pueden interferir en la comunicación y concentración. De prolongarse esta
situación y en conjunción con otros factores, puede desembocar en estrés.
Los efectos del estrés, tanto
fisiológicos como psicológicos pueden tener lugar a niveles de ruido muy
inferiores a los 85 dB.
El entorno y las condiciones
ambientales del puesto de trabajo pueden ser fuentes de estrés para los
trabajadores. Aunque el ruido del entorno de trabajo no llegue a alcanzar
niveles que exijan la toma de medidas preventivas, pude ser un factor de estrés
(por ejemplo, un teléfono que suena constantemente, el zumbido constante de un
aparato de aire acondicionado, etc.), aunque sus efectos se deben generalmente
a la combinación con otros factores.
El grado en que el ruido afecta al
nivel de estrés de los trabajadores depende de una compleja combinación de
factores, entre los que destacan:
- Características del ruido: volumen, tono y
previsibilidad.
- Complejidad de la tarea que se está
realizando. En tareas que requieren una gran concentración, incluso el
hecho de que otras personas estén hablando alrededor puede ser un factor
de estrés.
- La profesión del trabajador (por ejemplo, los
músicos pueden sufrir estrés laboral debido a la preocupación por perder
el oído).
- El estado del trabajador: los niveles de ruido
que en determinadas circunstancias pueden contribuir al estrés, sobre todo
si la persona está cansada, en otras ocasiones pueden resultar inocuos.
- Interferencias en la comunicación. Una buena
comprensión de una conversación (comprensión del 90% de las sílabas y 97%
de las frases) requiere un nivel sonoro, en el oído de la persona que
escucha, 10 dB(A) superior al nivel de ruido ambiente. Un nivel de ruido
de 55 dB(A) provoca que la persona que habla incremente el nivel de su voz
en 5 dB(A) instintivamente, mientras que la persona que escucha tiene una
pérdida de entre el 10- 20% de las sílabas. Esta información perdida ha de
ser completada por el oyente, lo cual requiere un mayor esfuerzo de
concentración. De darse estas situaciones de forma continuada se pueden
producir reacciones de estrés.
Otros
efectos no auditivos
Trastornos
de voz
Los trastornos de voz, como la
disfonía, son otra consecuencia de la exposición al ruido como resultado de
tener que elevar la voz para hacerse oír por encima del ruido ambiente. Algunos
estudios apuntan que niveles de ruido ambiental superiores a 66 dB(A) implican
un esfuerzo para las cuerdas vocales potencialmente peligroso.
Trabajadores
especialmente sensibles
Trabajadoras
embarazadas
Los estudios realizados sugieren que
la exposición de trabajadoras embarazadas que han estado expuestas a un nivel
de ruido excesivo provoca en el recién nacido una pérdida de audición en altas
frecuencias. Este hecho también puede estar relacionado con un aumento del
riesgo de parto prematuro y retardo en el crecimiento intrauterino.
La transmisión del sonido a través
del líquido amniótico se produce de forma que los sonidos de baja frecuencia
(125 Hz) son amplificados 3.7 dB de media, mientras que los de alta frecuencia
(4000 Hz) son atenuados en más de 10 dB.
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