jueves, 8 de junio de 2017

FACTORES DE RIESGO FÍSICO

FACTORES DE RIESGO FÍSICO

 

RIESGO: 
Se denomina riesgo a la probabilidad de que un objeto material, sustancia ó fenómeno pueda, potencialmente, desencadenar perturbaciones en la salud o integridad física del trabajador, así como en materiales y equipos. Una persona está en riesgo cuando se enfrenta a la proximidad, la inminencia o la cercanía de un daño eventual. La noción, por lo tanto, se vincula a la posibilidad de que un daño se materialice.

RIESGO FÍSICO: 
Se refiere a todos aquellos factores ambientales que dependen de las propiedades físicas de los cuerpos, tales como carga física, ruido, iluminación, radiación ionizante, radiación no ionizante, temperatura elevada y vibración, que actúan sobre los tejidos y órganos del cuerpo del trabajador y que pueden producir efectos nocivos, de acuerdo con la intensidad y tiempo de exposición de los mismos.


CLASIFICACION FACTORES DE RIESGOS FISICOS

1.-  Ruido
2.-  Temperaturas extremas
3.-  Ventilación
4.-  Iluminación
5.-  Presión
6.-  Radiaciones
7.-  Vibración


FACTOR DE RIESGO FISICO: 

EL RUIDO
Introducción
El ruido es uno de los contaminantes laborales más comunes. Gran cantidad de trabajadores se ven expuestos diariamente a niveles sonoros potencialmente peligrosos para su audición, que además también pueden coadyuvar a sufrir otros efectos perjudiciales en su salud.
Sonido: El sonido es un fenómeno de perturbación mecánica, que se propaga en un medio material elástico (aire, agua, metal, madera, etc.) y que tiene la propiedad de estimular una sensación auditiva.
Ruido: Desde el punto  de vista  físico,  sonido  y ruido  son  lo  mismo,  pero  cuando  el sonido comienza a ser desagradable, cuando no se desea oírlo, se lo denomina ruido. Es decir, la definición de ruido es una apreciación de carácter subjetiva.

Entre los efectos que sufren las personas expuestas al ruido se encuentran:
Pérdida de capacidad auditiva. Acufenos. Interferencia en la comunicación. Malestar, estrés, nerviosismo. Trastornos del aparato digestivo. Efectos cardiovasculares. Disminución del rendimiento laboral. Incremento de accidentes. Cambios en el comportamiento social.
En muchos casos es técnicamente viable controlar el exceso de ruido aplicando técnicas de ingeniería acústica sobre las fuentes que lo generan.
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Fuentes del ruido
Las principales fuentes del ruido en nuestro medio son: la industria, especialmente la metalmecánica, el tránsito de automotores, tránsito aéreo y la industria de la construcción.
En el caso de las alarmas del equipamiento tecnológico de monitoreo, las mismas están diseñadas para atraer la atención humana, a partir de la sensación de ruido indeseable.

Clasificación del ruido
Este se puede clasificar en:
1. Ruido Encubridor  
Es aquel en el que se dificulta oír otros sonidos
2. Ruido Irritante
Es aquel en el que Resulta indeseable
3. Ruido constante
Es aquel cuyos niveles de presión sonora no presenta oscilaciones y se mantiene relativamente constantes a través del tiempo. Ejemplo: ruido de un motor eléctrico.
4. Ruido intermitente
Es aquel en el cual se presentan subidas bruscas y repentinas de la intensidad sonora en forma periódica. Ejemplo: el accionar un taladro, de una sirena.
5. Ruido de impacto
Es aquel en el que se presentan variaciones rápidas de un nivel de presión sonora en intervalos de tiempo menores. Ejemplo: el producido por los estampadores.




¿Cómo sabemos si el ruido que hay en un ambiente laboral, está dañando a los que allí trabajan?
La   medición   del   ruido   se   realiza   con   un   instrumento   llamado decibelímetro.
De acuerdo a lo definido por la Resolución MTEySS 295/03 en el Anexo V.  Es el nivel sonoro medio en dB(A) de un ruido supuesto, constante y  continuo  durante  toda  la  jornada, cuya energía sonora sea igual a la del ruido variable medido estadísticamente a lo largo de la misma.
Existen instrumentos para medir el ruido y la legislación establece límites, pero una manera práctica de aproximarnos a la determinación de los niveles de ruido es la siguiente:

Si dos personas, de audición normal, a un metro de distancia uno del otro no pueden mantener una conversación sin levantar la voz es porque el nivel de ruido en ese momento en el ambiente laboral es elevado


Efectos del ruido
Se han descrito dos grandes categorías de efectos: los auditivos y los no auditivos.
Los primeros se centran en la función auditiva, mientras que los no auditivos abarcan una serie de efectos que van desde los fisiológicos a los psicológicos.

Alteraciones auditivas
Pérdida de audición provocada por el ruido
La pérdida de audición (hipoacusia o sordera) como consecuencia de la exposición a niveles de ruido excesivos es la enfermedad profesional más frecuente en Europa y representa aproximadamente una tercera parte de las enfermedades de origen laboral, por delante de los problemas de la piel y el sistema respiratorio.
La exposición prolongada a niveles de ruido de más de 85 dB(A) es potencialmente peligrosa, aunque el nivel del ruido no es el único factor a tener en cuenta ya que el tiempo de exposición también determinará el alcance del daño.
La hipoacusia es un proceso irreversible provocado por lesiones de las células ciliadas de la cóclea, que forma parte del oído interno. En este proceso, las primeras frecuencias audibles que se ven afectadas son las próximas a los 4000 Hz (ruidos agudos), extendiéndose posteriormente al resto de frecuencias. Somos conscientes de la lesión cuando se ven afectadas las frecuencias conversacionales.
Acúfenos e hipersensibilidad
La exposición al ruido también puede causar acúfenos (tinnitus). Los acúfenos son una sensación de timbre, zumbido o explosión en los oídos que llegan a ser más tormentosos que la pérdida de audición. Cuando este fenómeno es permanente, puede conducir a alteraciones del sueño. Si el ruido es de impulso (por ejemplo, una detonación), el riesgo puede aumentar de modo considerable.
Los acúfenos pueden ser los primeros indicios de que el ruido está dañando el oído.
Un problema adicional a la pérdida de audición inducida por el ruido es la hipersensibilidad, es decir, los ruidos parecen de mayor intensidad y súbitamente distorsionados.
El alcance de las lesiones auditivas depende de varios factores, entre los que se encuentran:
  • Características propias del sonido, tales como: Intensidad (a igual intensidad son más nocivas las frecuencias agudas); espectro de frecuencias (un sonido puro de alta intensidad produce más daño que un sonido de amplio espectro); intensidad, emergencia y ritmo (mayor capacidad lesiva del ruido de impulso, de carácter imprevisto y brusco).
  • Duración de la exposición
  • Vulnerabilidad individual. Mayor susceptibilidad coclear por antecedentes de traumatismo craneal, infecciones óticas, tensión arterial elevada
  • Interacción con otras exposiciones (vibraciones, agentes químicos o fármacos ototóxicos pueden incrementar el riesgo de hipoacusia).
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Efectos no auditivos
El ruido es interpretado por el organismo como una señal de alarma. De forma natural, ante una señal de alarma, el cuerpo se prepara para afrontar una potencial amenaza. El organismo libera en la sangre las denominadas hormonas del estrés que ponen el cuerpo a punto para la acción inmediata, la frecuencia cardiaca y respiratoria se aceleran, aumenta el tono muscular, aumenta la cantidad de glucosa en sangre, etc. Estas reacciones naturales, si se dan de forma continua pueden dar lugar a efectos fisiológicos y psicológicos en nuestro organismo. Podemos ver algunos de ellos en el siguiente gráfico



Efectos fisiológicos
Es un hecho comprobado que la exposición al ruido produce en el organismo un aumento de concentración de CATECOLAMINAS en sangre. Las catecolaminas son compuestos químicos que actúan como hormonas o como neurotransmisores. Entre las catecolaminas se encuentran la epinefrina o adrenalina, norepinefrina o noradrenalina y la dopamina. Habitualmente, niveles altos de catecolaminas en sangre están relacionados con el estrés.
Las catecolaminas provocan diversas reacciones en el cuerpo humano, entre las que se encuentran: aumento de la presión sanguínea, aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, aumento de la glucemia (concentración de glucosa en sangre), vasoconstricción periférica, etc.
Otros efectos fisiológicos del ruido repercuten sobre el sistema inmunitario, reduciendo la capacidad inmunitaria ligada a las reacciones endocrinas.

Efectos psicológicos
En cuanto a los efectos psicológicos del ruido, el más destacado es el estrés. Existen gran variedad de factores que influyen en el estrés y éste suele ser provocado por un cúmulo de ellos.
Los efectos del estrés en la salud tienen una componente fisiológica y otra psicológica. La mayoría de los efectos, tanto fisiológicos como psicológicos están recogidos en la Tabla 5.
Mientras que los niveles altos de ruido pueden causar daños en la audición, los niveles de ruido más moderados pueden interferir en la comunicación y concentración. De prolongarse esta situación y en conjunción con otros factores, puede desembocar en estrés.
Los efectos del estrés, tanto fisiológicos como psicológicos pueden tener lugar a niveles de ruido muy inferiores a los 85 dB.
El entorno y las condiciones ambientales del puesto de trabajo pueden ser fuentes de estrés para los trabajadores. Aunque el ruido del entorno de trabajo no llegue a alcanzar niveles que exijan la toma de medidas preventivas, pude ser un factor de estrés (por ejemplo, un teléfono que suena constantemente, el zumbido constante de un aparato de aire acondicionado, etc.), aunque sus efectos se deben generalmente a la combinación con otros factores.
El grado en que el ruido afecta al nivel de estrés de los trabajadores depende de una compleja combinación de factores, entre los que destacan:

  • Características del ruido: volumen, tono y previsibilidad.
  • Complejidad de la tarea que se está realizando. En tareas que requieren una gran concentración, incluso el hecho de que otras personas estén hablando alrededor puede ser un factor de estrés.
  • La profesión del trabajador (por ejemplo, los músicos pueden sufrir estrés laboral debido a la preocupación por perder el oído).
  • El estado del trabajador: los niveles de ruido que en determinadas circunstancias pueden contribuir al estrés, sobre todo si la persona está cansada, en otras ocasiones pueden resultar inocuos.
  • Interferencias en la comunicación. Una buena comprensión de una conversación (comprensión del 90% de las sílabas y 97% de las frases) requiere un nivel sonoro, en el oído de la persona que escucha, 10 dB(A) superior al nivel de ruido ambiente. Un nivel de ruido de 55 dB(A) provoca que la persona que habla incremente el nivel de su voz en 5 dB(A) instintivamente, mientras que la persona que escucha tiene una pérdida de entre el 10- 20% de las sílabas. Esta información perdida ha de ser completada por el oyente, lo cual requiere un mayor esfuerzo de concentración. De darse estas situaciones de forma continuada se pueden producir reacciones de estrés.

Otros efectos no auditivos
Trastornos de voz
Los trastornos de voz, como la disfonía, son otra consecuencia de la exposición al ruido como resultado de tener que elevar la voz para hacerse oír por encima del ruido ambiente. Algunos estudios apuntan que niveles de ruido ambiental superiores a 66 dB(A) implican un esfuerzo para las cuerdas vocales potencialmente peligroso.

Trabajadores especialmente sensibles
Trabajadoras embarazadas
Los estudios realizados sugieren que la exposición de trabajadoras embarazadas que han estado expuestas a un nivel de ruido excesivo provoca en el recién nacido una pérdida de audición en altas frecuencias. Este hecho también puede estar relacionado con un aumento del riesgo de parto prematuro y retardo en el crecimiento intrauterino.
La transmisión del sonido a través del líquido amniótico se produce de forma que los sonidos de baja frecuencia (125 Hz) son amplificados 3.7 dB de media, mientras que los de alta frecuencia (4000 Hz) son atenuados en más de 10 dB.




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